28 de febrero de 2009

Titanic

Ícono rebelde

Las motos Harley Davidson son consideradas un símbolo de libertad, rebeldía y actitud juvenil. Sin embargo, encuentro un contrasentido en esta afirmación. ¿Cuántos jóvenes podrán comprar un vehículo que cuesta en promedio los 300 mil pesos?

26 de febrero de 2009

Miércoles 25 de febrero

-¿Pero qué chingados tengo?-, me preguntó mi hijo mientras ponía todo de mi parte para poder descifrar el contenido de las dos hojas que me acababan de entregar en el laboratorio de análisis clínicos y bacteriológicos, donde le hicieron a Iván una biometría hemática que solicitó su médico.
- Aguanta -le contesté- déjame analizar tus análisis.
-Mejor háblale al doctor-
-O que la... Pérate, orita salimos de dudas, nomás no me apures-...
- Yo digo que mejor le hables al doctor-
-O que la... que poca fe me tienes. A ver, vamos a ver... qué tenemos aquí...

BIOMETRÍA HEMÁTICA. Tipo de muestra: Venosa. FÓRMULA ERITROCITARIA. FÓRMULA LEUCOCITARIA. RESULTADO: Eritrocitos 5.24 mill/mm3; Hemoglobina 13.5 g/dl.; V.G.M. 78.0 um3; H.G.M. 25.7; M.MH.G 32.6 g/dl ¿Fórmula eritrocitaria? ¿Fórmula Leucocitaria? ¿V.G.M? ¿Linfocitos? ¿Monocitos? ¿Hematocrito? ¿Eosonfilos?

-Hijo, este... mmhhh, no entiendo ni madres...-

-Te digo que mejor le hables al doctor-

-O que la... Ya, pues, ahorita le habló, que al cabo nomás cobra 450 pesos la consulta, elmuyhijodesugalenamadre. ¿Te imaginas cuánta lana gana al mes este cabrón?

-Háblale al doctor, papá...

-O que la...

25 de febrero de 2009

El Arpero

Este maistro es el Jimmy Page del arpa y se presentó el pasado sábado en el Tercer Encuentro del Son de Occidente

20 de febrero de 2009

Mentiroso desde chiquillo

Desde niños nos enseñan que la mentira no es buena y, por lo tanto, que debe ser sancionada. Lo cierto, sin embargo, es que una vez que nos convertimos en adultos aprendemos que mentir no sólo es aceptado por la sociedad, sino que muchas veces se requiere falsear la realidad para alcanzar algunos éxitos. Así ha quedado demostrado en la investigación realizada por el sicólogo Robert Feldman, de la Universidad de Massachusetts, que midió distintos tipos de conductas en niños y adolescentes desde los 11 a los 16 años. El experto señaló que "descubrimos que la habilidad para mentir de manera convincente es asociada con las buenas capacidades de desenvolvimiento y éxito social". Al respecto, debo señalar que, según mi experiencia y debido a las enseñanzas de un maestro, mi conducta siguió otros caminos contrarios a la verdad.
Brevemente narro la anécdota: En 1976, durante unos cuantos días, yo no fui yo, me convertí en otro. Y es que, por azares del destino, tenía cuatro meses más de edad de los que señalaba la convocatoria para asistir a jugar en un campeonato nacional de futbol infantil. La única solución que encontró el entrenador (que en esos tiempos era considerada como “natural”) fue conseguir un acta de nacimiento de otro chiquillo. Durante dos semanas me llamé Roberto Rodríguez. Eso fue un problema, porque como ya lo mencioné, yo no era yo, entonces mi producción goleadora se redujo dramáticamente, fui un fiasco, un rotundo fracaso a la ofensiva. De tal suerte que al concluir el torneo aquel profesor y yo sacamos nuestras propias conclusiones, él total y absolutamente arrepentido, juró nunca más arriesgarse a llevar un cachirul en sus equipos; y yo me convencí en los hechos que la chapuza siempre acusa.

15 de febrero de 2009

Mmhhhhh, o sea...

¿Morir por mis ideales? ¡Jamás! Qué tal que estoy equivocado
Mark Twain

14 de febrero de 2009

La otra fiebre amarilla

A las tres de la tarde, no hay personaje que deteste más que a un taxista colimense. Entiendo que a esa hora los trabajadores del volante hacen el cambio de turno y por eso resulta casi imposible conseguir que alguno de ellos se digne a proporcionarnos sus servicios.
Estos señores, no obstante que nos ven asoleados, a punto de la deshidratación y cansados de hacerles señas para que se detengan y nos trasladen a nuestro destino, que como todos sabemos suele ser incierto, parece que luego de su agotadora jornada de trabajo tienen como pasatiempo favorito ignorar al prójimo.
Frente a nuestros llamados unos se hacen como que la virgen les habla: se voltean para otro lado o miran al frente y nos volvemos transparentes ante sus ojos. Otros mueven la manita sobre el volante avisando que no se van a parar. Unos más se detienen y provocan el siguiente diálogo:
-¿Adónde va?-. Con educación y apuntando con el dedo uno contesta: -Pa’allá-. -No, pos yo voy pa’acá- nos responden invariablemente.
Sin embargo, como ya lo dijo Fredrich Nietzsche (y si no lo dijo de todos modos es cierto) “En esta vida todo se paga”. Y en efecto, puesto que hay ciertas horas del día en que podemos ver a los taxistas circulando por calles y avenidas, ambicionando aunque sea un pasaje. He visto cómo sus rostros se transforman y fingen sonreírnos, tratando de parecer amables. Aminoran sus locas carreras con el propósito de ofrecer sus servicios a los transeúntes que, como el redactor, tienen la oportunidad de vengarse ignorando su amarilla presencia. Es cuando de ser los campeones de la travesía ubana, se convierten en limosneros del traslado público.
Definitivamente, ese tipo de cosas sólo les pasa a los culeros. ¡Ándeles, pues!

Skate Park - Villa de Álvarez

Aztek
Vuelo Vuelo II

La Moon

13 de febrero de 2009

Compasión por los demás

Según el politólogo Robert Wuthnow, para la cultura estadounidense la compasión por los demás es uno de sus valores más apreciados. En sus investigaciones, Wuthnow encontró que el 74 por ciento de la población consultada piensa que la asistencia a personas necesitadas es absolutamente imperiosa; mientras que el 24 por ciento la juzga bastante importante y sólo un 2 por ciento expresó que en realidad a ellos les viene valiendo madres el prójimo (en realidad no lo dijeron así, pero la idea es esa).
Y aunque son varias las instituciones las que se benefician con estas actividades civiles, en realidad es el Estado el más favorecido con ellas, pues al final de cuentas le vienen a significar un ahorro millonario.
Compasión e interés personal Sin embargo, nos dice Wuthnow, detrás de esa imagen virtuosa, en la sociedad estadounidense aún existen miles de individuos que no tienen quién se ocupe de ellos y otros no creen en la solidaridad de sus parientes, menos en la de sus vecinos. La paradoja obedece, afirma el investigador, a que los valores altruistas pierden su peso en el contexto de los demás valores que rigen la vida cotidiana de nuestros vecinos del norte. Valores que hacen referencia al individuo mismo y no a las demás personas.
En efecto, la libertad individual, el éxito y el interés personal, ocupan un lugar preponderante en el pensamiento de cada estadounidense. Este individualismo, sin embargo, ya no tiene como propósito lograr el éxito económico. En la actualidad el interés personal se entiende como el interés por la propia persona; es decir, «conocer nuestros más íntimos recodos, hallar formas de expresar lo que realmente somos y asegurarnos que nadie determine nuestros deseos y necesidades fuera de nosotros mismos».
Individualismo altruista Jack Casey es un joven estadounidense que trabaja voluntariamente para los servicios de emergencia. Ha salvado a mucha gente de edificios en llamas, ha rescatado conductores atrapados en vehículos destrozados, en alguna ocasión se arrojó al agua helada, vestido y sin chaleco salvavidas, para sacar a una mujer inconsciente. Además, Jack da clases de natación y salvamento, organiza programas de ayuda, da clases nocturnas de primeros auxilios y toma cursos de medicina de urgencia.
Wuthnow, sin embargo, descubre que no es la compasión por los demás lo que motivaba el altruismo de Jack, sino el deseo permanente de valorarse a sí mismo. Además, ser compasivo le proporciona ciertas gratificaciones que lo nutren sobre todo en el terreno de lo emocional: «Me encanta ser bombero, me divierte pisar el acelerador a fondo y bajar atronadoramente la calle principal, haciendo sonar la sirena... El camino hacia un incendio es un golpe de adrenalina... Cuando me coloco la máscara y entro corriendo al edificio en llamas, un estremecimiento estupendo, elemental, se apodera de mí».
En otras palabras, Jack practica un altruismo individualista en el cual la preocupación por lo otros, es en realidad una manifestación concreta de la preocupación por uno mismo: «En una urgencia médica -declara Casey- primero estoy yo, luego mi equipo y en tercer lugar el paciente». En síntesis, concluye Wuthnow, hay en este nuevo altruismo una gran dosis de interés personal que incluso penetra la dimensión terapéutica, en tanto la compasión por los demás, es una forma de autoconocimiento y un logro personal, porque en última instancia eso significa la posibilidad de «ser capaz de hacer lo que uno quiere».

9 de febrero de 2009

El celular

En sus inicios, la telefonía celular era sumamente costosa, por lo que disfrutar de ese servicio era privilegio de uno cuantos. Tanto así que este dichoso aparato era concebido como símbolo inequívoco de poder.
Desde entonces muchas historias verdaderas han salido a la luz pública teniendo como protagonista a este indiscreto dispositivo, las cuales no voy a relatar para no hacer más grande el argüende.
Lo que sí voy a revelar, aunque sea de pasadita, es el comentario que Umberto Eco publicó en su libro Segundo diario mínimo: «El hombre de poder es aquel que no está obligado a responder a todas las llamadas, o lo que es más, aquel que se hace negar... Por lo tanto, quien ostenta el teléfono móvil como símbolo de poder está declarándole, en cambio, a todo el mundo, su desesperada condición de subalternidad.»
El primer celular "que se comercializó fue un modelo de Motorola llamado DynaTAC 8000X. Luego de recibir el visto bueno del gobierno estadounidense a principios de 1983, se puso a la venta el 6 de marzo de ese mismo año con un costo de 3995 dólares.
Así era el juguetito:

Este aparato pesaba 0.79 Kg, medía 33 x 4,45 x 8,9 cm, su propietario podía hablar ininterrumpidamente durante 30 minutos y la batería podía permanecer 8 horas en funcionamiento siempre y cuando estuviera en standby. Una vez llegados a ese punto, eran necesarias 10 horas para recargarla. El conjunto de innovaciones que introdujo hicieron del DynaTAC 8000X un objeto de culto, hasta el punto de que a pesar de su desorbitado precio había miles de personas en lista de espera para recibir una de las preciadas unidades fabricadas".
PD 1: reto a cualquiera de ustedes a escuchar completa la siguiente rola.
PD 2: ¡Qué barbaridad!
PD 3:¡Qué cosa!
PD 4:¡Qué mamada!

8 de febrero de 2009

Sensación

"He sentido el viento del ala de la locura"
Charles Baudelaire

El Hijo del Río

Ali Farka Touré

Este extraordinario músico africano, nació en 1939, en el poblado de Kanau, en el noroeste de Malí. Desde muy pequeño, a Ali le empezó a atraer la música, comenzando con la que tocaban en las ceremonias religiosas de su pueblo. Podía sentarse a escuchar con gran admiración a los músicos que cantaban y tocaban los instrumentos favoritos de los espíritus: la guitarra de una sola cuerda conocida como djerkel, el violín de una cuerda o njarka y el n’goni, laúd tradicional de cuatro cuerdas. Su familia, sin embargo, nunca consideró que ser músico fuera una profesión que en un futuro pudiera resolverle sus apuros económicos, por lo que evitaron fomentar en el niño algún tipo de interés en ella. No obstante, a los doce años éste ya tocaba su primer instrumento, una djerkel. Muchoas años después, Ali tuvo la oportunidad de asistir a un espectáculo del Ballet Nacional de Guinea, que presentaba entre sus ejecutantes al gran guitarrista maliense Keita Fodeba. “Ahí fue que juré hacerme guitarrista. Yo no conocía este instrumento pero me gustó mucho. Además, yo ya sentí que dentro de mí había bastante música y que podía expresarla”, comentó el músico.

Fue así que empezó a ensayar con guitarras prestadas y encontró que era fácil traducir la técnica de su “guitarra” tradicional a la guitarra occidental. Decía que su único problema era lograr que las seis cuerdas estuvieran felices, y eso hacía tocándolas de la forma en que tocaba la única cuerda de su instrumento tradicional.

En 1968, un estudiante amigo suyo le puso a oír discos de James Brown, Otis Redding, Wilson Pickett, Jimmy Smith y Albert King. Ali quedó gratamente sorprendido al oír la música que estos tocaban, pero sobre todo porque en ella escuchaba muchas de sus propias tradiciones. Lo asaltó de inmediato el pensamiento de que “esa música había sido tomada de aquí (Africa)”.

En 1986, uno de los álbumes que grabara para Radio Malí, comenzó a generar interés entre los DJs de Londres, incluidos Andy Kershaw y Charlie Gillet. Ese mismo año grabó su primer disco fuera de África el cual fue un éxito instantáneo para el sello World Circuit.

A partir de entonces emprendió extensas giras por Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón y grabó otros cinco álbumes para el sello, incluidos The River, The Source, y el ganador del Grammy Talking Timbuktu, en colaboración con Ry Cooder, que sirvió para confirmar el estatus de Ali como artista de reputación internacional. En 2005, se lanzó al mercado el primero de los álbumes grabados en el Hotel Mandé de Bamako. En el corazón de la luna, su álbum a dueto con Toumani Diabaté obtuvo un Grammy, lo que hizo de Ali el único africano que ha recibido dos de estos prestigiados premios.

El 7 de marzo de 2006, justo unas semanas después de haber ganado su segundo Grammy y de aprobar la mezcla final de su álbum, Ali murió a consecuencia del cáncer que le había invadido los huesos.

A continuación una probadita del blues manufacturado por este chingonsísimo músico africano:

7 de febrero de 2009

El estallido de la textualidad

En la presentación de su libro titulado Los refranes del hablar mexicano del siglo XX (El Colegio de Michoacán-Conaculta, 2002), Herón Pérez Martínez, nos informa que la paremiología es una incipiente teoría que "nos dice qué es un refrán, cuál es su índole textual y discursiva, las formas que ha adoptado en las tradiciones hispánicas, cómo funciona en el seno de una cultura, cómo desempeña su fuerza argumentativa, y cosas así (sic)".
Para el autor, un refranero como el que nos presenta es la manifestación evidente de que el siglo pasado fue un siglo deslumbrado por la textualidad, cuya máxima expresión se puede encontrar, precisamente, en los refranes.
A continuación, algunos ejemplos de estas maravillas verbales, producto del habla popular, un hablar "barroco que, como el nuestro, se fascina por el juego de sonidos que, intercalado en el proceso de una argumentación, le rompe el ritmo y hace fijar la atención, amén de, en algunos casos, adornarlo".
- A la madera se le busca el hilo, a los pendejos el lado.
- A veces me siento y pienso, a veces nomás me siento
- Ahora con tambor, porque con violín se atora
- Al más pelón le arrastra la trenza
- Al que le gusta el chicharrón con ver el puerco se alegra
- Anda que ya se le quema la cazuela
- Apenas oyen tronar y ya quieren calabacitas
- ¡Ay, chaparros como abundan, parece que los escupen!
- ¡Ay, chingado... como dijo el educado!
- Cuando habla la gente grande, no mete el hocico el puerco
- Cuando el burro se pandea, señal de que está pasmado
- Es bueno ser algo feo, pero no tan cacarizo

- O me entierran pronto o les apesto el pueblo

- No es por ai' María, voltéate

- No sacudas tanto el chile, que se le cae la semilla

- Nomás que levante el tiempo le damos vuelo a la hilacha

- Soy pendejo pero Dios me ayuda

6 de febrero de 2009

Antepasado

Mi bisabuelo
Colima, 1898

4 de febrero de 2009

1 de febrero de 2009

Mhhhh, o sea...

Para escribir un libro no considero imprescindible conocer París ni haber leído el Quijote. Por ejemplo, Cervantes, cuando escribió el Quijote, aún no lo había leído.
Miguel Delibes, novelista español y miembro de la RAE