25 de septiembre de 2010

15 de septiembre de 2010

Tónico Nervioxil: una maravilla

¿Te sientes atarantado? ¿Te hormiguean los brazos y las piernas? ¿Te encabronas por cualquier cosa? ¿Eres olvidadizo o desmemoriado? ¿Sientes que el cerebro te pesa? ¿Te está chingando el diabetis? No te me apendejez, toma tónico Nervioxil...

Hace como dos semanas iba caminando por la calle Daniel Larios, muy cerca del jardín de San Francisco, cuando de pronto llegó a mis oídos la voz de un hombre que informaba a los vecinos y a los transeúntes lo siguiente:

Tónico Nervioxil, un regalo de la naturaleza.
(Además sabe bien bueno)

14 de septiembre de 2010

Viviendo en un capitalismo de cuates

La especialista en temas políticos y académica del ITAM, Denise Dresser, intervino ante legisladores, empresarios y organizadores del foro México ante la crisis: ¿Qué hacer para crecer?, que se desarrolló en el Senado, con un discurso que sorprendió y muy seguramente laceró la conciencia de más de alguno, al exponer directamente, sin eufemismos, ideas como las siguientes:
1. "¿Quién gobierna en México? ¿El Senado o Ricardo Salinas Pliego, cuando (éste) logra controlar los vericuetos del proceso legislativo, como lo hizo en el tema de los corresponsales bancarios?".
2. "¿Quién gobierna en México, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes o UNEFON, la Comisión Nacional Bancaria o los bancos que se rehúsan a cumplir con las obligaciones de transparencia que la ley les exige?".
3. "¿Quién gobierna en México, la Secretaría de Educación Pública o Elba Esther Gordillo, la Comisión Federal de Competencia o Carlos Slim, Pemex o Carlos Romero Deschamps, ustedes o una serie de intereses que no logran contener?"
4."Hoy, México es un ejemplo clásico de lo que el Premio Nobel de Economía Joseph E. Stiflitz llama ‘una mala encarnación del capitalismo': el capitalismo de cuates; el capitalismo de cómplices; el que no se basa en la competencia o en la innovación, sino en la obstaculización".
¿QUIHUBO?, ¿ASÍ O MÁS CABRONA?

9 de septiembre de 2010

Vulgar, corriente, guarro, naco, prosaico...

Funny Pictures

Nomás que tenga un poco de tiempo voy a responder por aquí a una pregunta que varios amigos me han planteado. Dicho cuestionamiento tiene qué ver con ciertos comentarios que ha venido haciendo sobre mi persona (incluso de manera anónima) un comunicólogo egresado de la Ibero. Debo decir que, en primera instancia, sus palabras me molestaban un poco, pero trataba de tomarlas de quién venían, es decir, de un loquito. Después, sin embargo, empezó a inquietame la obsesiva y enfermiza recurrencia con la que yo aparecía en las pláticas que este orate ha tenido -y tiene- con amigos y conocidos. Pero lo verdaderamente perturbador son la serie de comentarios anónimos que -sin venir al caso- este alienado sujeto redacta en la página web de un periódico local. ¿Que cómo sé que esos comentarios los hace el loquito de marras? Pues porque está tan chiflado que los insultos y descalifaciones que publica en Internet son exactamente los mismos que utiliza cuando se pone a hablar mal de mí. Pero todo tiene un límite y este boquiflojo ya me colmó la paciencia. Así que por aquí nos estaremos viendo. En tanto me desocupo y retomo el tema, aprovechó la ocasión para decirle a nuestro alienado personaje lo siguiente:
- Carlos Ramiro, muchacho, ¡chinga tu madre!

5 de septiembre de 2010

4 de septiembre de 2010

¿Es usted un intelectual?

Según Gabriel Zaid usted NO es un intelectual si cumple con alguna de las siguientes características:
a) No interviene en la vida pública.
b) Sí interviene pero lo hace como especialista.
c) Sus opiniones suelen adoptar la perspectiva de un interés particular.
d) Sus opiniones las hace por cuenta de terceros.
e) Sus opinione están sujetas a una verdad oficial (política, administrativa, académica, religiosa).
f) Sus opiniones son escuchadas gracias a su autoridad religiosa o por su capacidad de imponerse (por vía armada, política, administrativa, económica).
g) Usted es taxista, peluquero, carnicero o vive de cualquier otro oficio donde hace lo mismo que los intelectuales, pero sin tener el respeto de las elites.
h) Usted, al igual que los miembros de las elites, quiere ser visto como intelectual, pero no consigue que le presten el micrófono y -cuando lo consigue- lo que dice no le interesa a nadie.