el que se guía por la certidumbre del sentido común, la profundidad de las apariencias, la trascendencia de lo superfluo y la complejidad de lo cotidiano
Para escribir un libro no considero imprescindible conocer París ni haber leído el Quijote. Por ejemplo, Cervantes, cuando escribió el Quijote, aún no lo había leído.
Miguel Delibes, novelista español y miembro de la RAE
1 comentario:
jaja
buen punto!
SALUDOS!
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