7 de septiembre de 2009

Para casos desesperados

“Nadie apoya a los condenados. El otro discurso ahoga todos los demás. Impera una atmósfera totalitaria. Aterradora. Y no hay otros comentarios que los del señor Homais[1], más sempiterno, oficial, solemne y plural que nunca. Sus monólogos. La ponzoña que destila [...] Mientras el señor Homais triunfa y monologa sin que nadie lo refute o siquiera le responda [...] no nos hemos dado cuenta de que sólo nos queda salmodiar a coro con él, a la manera de comparsas. La mayoría de los verdaderos actores, los papeles protagónicos hicieron mutis por el foro a nuestras espaldas, llevándose consigo el argumento” (Viviane Forrester, El Horror económico, FCE, 2000).
[1] Personaje de la novela Madame Bovary, quien encarna la pedantería y el materialismo grosero.

1 comentario:

ferrrioni dijo...

La obra cumbre de Flaubert,
Madame Bovary, gira en torno
a tres personajes: Emma,
romántica, soñadora
e insatisfecha; su marido
Charles, bondadoso,
conformista y resignado,
y el farmacéutico Homais,
anticlerical, progresista
y arribista, que es el gran
vencedor de la novela. En él
vertió Flaubert su rencor y su
fascinación por la burguesía,
y su retrato es tan certero
que Homais se ha convertido
en uno de los farmacéuticos
más famosos del siglo XIX.
Pos sí.