30 de junio de 2009

Manipuladores de lo aparente

El politólogo Jesús Silva-Herzog Márquez, al analizar el periodismo que actualmente se hace en en nuestro país, califica a los periodistas como profesionales de las apariencias, y a los medios de comuniciación en general de ser órganos de la opinión y manipuladores de lo aparente (Letras Libres No. 48, diciembre 2002).
En su reflexión, Silva-Herzog Márquez destaca además el carácter trivial, desechable y rencoroso con el que ahora se maneja la información. Afirma que en México el periodismo se ha erigido en jurado supremo y, compartiendo con la democracia sus apremios y miserias, en animador de lo precario y lo efímero.Como jurado, el periodismo “reparte veredictos de valor (eso cuenta, esto es bueno, aquello inaceptable)”, pero además otorga “certificados de existencia (estos es, eso está sucediendo, aquellos no existen)”.
En este mismo sentido, retomando la crítica que Adam Gopnik hizo a la prensa estadounidense, señala que antes el periodista iba en busca de la información para difundirla, ahora la busca para imponer castigos: “Pasea con pose de neutralidad, pero se ejercita diario en la gimnasia de la indignación: denunciar las torceduras del mundo es la misión del periodista. De este modo, la agresión se ha convertido en una especie de imperativo ético de gremio”.
Por otra parte, dice el politólogo, la democracia y el periodismo, desayunan en la mañana lo que defecan en la noche. La información se ha convertido en un acto rutinario, exaltando lo trivial como gesta magnífica. Así, “el mundo de la democracia y el periodismo condenan al ridículo cualquier apuesta por la durabilidad”, afirmó.
Beatos y maniqueos. Advirtiendo que me opongo a las generalizaciones, encuentro en el periodismo colimense señales de un recalcitrante maniqueísmo en el que las admoniciones sustituyen al análisis imparcial y a la crítica razonada.
Si bien es cierto que la sacrosanta Libertad de Expresión ampara el derecho de los periodistas a publicar sus ideas, análisis y críticas, aquella no faculta a éstos el poder de imponer a los demás sus veleidosos criterios. Orwellianamente diría que los órganos informativos se han transfigurado en un Ministerio de la Verdad, imponiéndose una tarea: vigilar meticulosamente que lo real sea como ellos dicen que es. Acreditados seguramente por el Espíritu Santo, el periodismo local se ha convertido en vocero y representante de nosotros los medrosos ciudadanos, y en su nombre condenan o perdonan, ocultan lo que les desagrada o hacen promoción de lo que les conviene.
Pero lo más relevante es que no sólo informan y analizan el quehacer de los actores políticos y sociales. Hoy, con sus veredictos, el periodismo se asume a sí mismo como un actor legítimo que reclama o francamente le disputa al poder el privilegio de intervenir en la toma de decisiones. Esto podría ser aceptable si los medios dejaran de razonar en términos de que ellos son los buenos y los malos todos aquellos que no coincidan con sus opiniones.

3 comentarios:

ferrrioni dijo...

Hombre G: identifiqué al autor de la foto del chico que aparece como primera imágen del material en video que subiste el dia 14, se trata de Johan Willner, me parece que es un fotógrafo extraordinario, observé que en sus trabajos predomina el blanco y negro, siempre se centra en lo cotidiano, su tema son las personas, retrata situaciones que reflejan soledad, estados de ánimo que parecen de miedo, la angustia se capta también el el etorno donde está el sujeto. Buena tu aportación.

ferrrioni dijo...

"Esto podría ser aceptable si los medios dejaran de razonar en términos de que ellos son los buenos y los malos todos aquellos que no coincidan con sus opiniones". SR. G

Pues sí mi estimado, solo que ser dueño de un medio representa poseer bienes de capital, administrar dinero y recursos humanos. La dizque "verdad" que ellos enuncian puede estat sujeta a su propia supervivencia como medio. Ahora la información no la manejan imparcial o desde la perspectiva de partidos, eso ya no les interesa, ahora es en función de quien les convenga quede como administrador del poder (obvio, y el dinero).
Más de lo mismo, ya vez, antes el estado era dueño de PIPSA y si quería tronar un periódico, pues nada más no le proveía papel.

Anónimo dijo...

'inche Goyo, apenas encontré, por mera casualidad, tu blog. Me parece muy bueno.
Por cierto, que bueno q te fuiste a Barcelona. espero hayas disfrutado no sólo las chelas, oscuras todas, porque las claras son oscuras adelgazadas con agua de soda, según nos explicó un barman gallego en la plaza mayor en Madrid.