23 de mayo de 2009

Cómo sobrevivir a las almas ranchera con percepciones municipales

El jueves pasado, el poeta, intelectual y periodista colimense, Sergio Briceño González, en las páginas editoriales del Diario de Colima, criticó al candidato priista a la gubernatura, Mario Anguiano Moreno, porque éste "En sus diez compromisos... JUNTÓ (sic) a la cultura con el deporte". Para el poeta, intelectual y periodista colimense, eso de que Mario Anguiano ande queriendo juntar a la cultura con el deporte, nomás no va porque lo único que pone en evidencia es "la visión ranchera" pero, más triste aún, "la percepción municipal" que el candidato tiene de la cultura. Al respecto, el poeta, intelectual y periodista colimense, nos pide no perder de vista que "La cultura, como ministerio de una administración o ya de perdida como secretaría o si se quiere como mera dirección adjunta, no podría depender del deporte por varias y sencillas razones: las necesidades son distintas" (sic). A pesar de la potencia teórica de la idea anterior, lo bueno, lo verdaderamente interesante viene cuando el poeta, intelectual y periodista colimense, nos comparte la neta de todas las netas jamás publicada. MUCHA ATENCIÓN, POR FAVOR: "la cultura es tan relevante que si se le impulsa decidida y sostenidamente, podría solucionar, de golpe, no solamente el problema de la delincuencia y del pandillerismo, sino también el de la desintegración familiar y hasta de pasada podría generar prestigio, que no lo tiene, para el ayuntamiento o para un estado, si se canalizan bien los recursos para el crecimiento de eso que los especialistas llaman “espesor cultural” en cada ciudadano, de modo que sean capaces de reconocer una obra de Prokofiev o distinguir un óleo de Rembrandt". No duda que si Sergio fuera el responsable de transmitirnos la palabra de Dios, yo le estaría creyendo ábsolutamente todo y nomás porque él lo dijo. Pero no es así, pues sólo es un poeta, intelectual y periodista colimense a quien en última instancia le debiera importar que sus opiniones estén fundadas en argumentos; es decir, sustentadas en datos concretos o siquiera en alguna evidencia que le indique al lector que las opiniones que está leyendo fueron elaboradas con base en realidades y no en simples ocurrencias. Respecto al tema que nos ocupa, en lo personal, me hubiera gustado que se nos ilustrara con algún caso o experiencia en la que gracias a determinados programas y políticas culturas se pudieron solucionar los problemas de delincuencia, pandillerismo y desintegración familiar.(1) Pero no, no se ofrece ninguno y al no hacerlo, nuestro distinguido poeta, intelectual y periodista colimense, cae precisamente en lo que está criticando: la demagogia.

3 comentarios:

Avelino Gómez dijo...

Maestraxo, como siempre. Cuando sea grande yo quiero escribir como usted. En serio. Buena respuesta. pa que aprendan nuestros intelectuales "de rancho" a no criticar a nuestros políticos "de rancho". je.

Anónimo dijo...

Qué onda, maestro: ahora sí te le fuiste a la yugular a La Briseña. Como que hicieron mancuerna tú y Esausito.
Pero está bien: dale duro y tupido y exhíbelo como tú lo sabes hacer.
A ver cuándo nos vemos para afinar detalles sobre la publicación.
Nos vemos.
Luis Fernando

Elian dijo...

Ah cabrón !!, tenia buen tiempo que no leía o escuchaba alguien de mi querido Colima expresarse tan bien.

Felicidades por el blog !!