9 de junio de 2009

Ratas de dos patas

Lo bueno de vivir en un lugar como Colima -considerado como uno de los estados más seguros y con índices de bienestar superiores a la media nacional- es que todos vivimos felices y sin preocupaciones. Prueba de lo anterior es que, por ejemplo, los rateros se dedican a su oficio no porque tengan necesidad de robar sino porque buscan divertirse. Y a las pruebas me remito: Hace unas tres semanas, un ratero abrió mi auto y sustrajo de él un par de bocinas; una semanas después, volvió por el estéreo y hace unos tres días vino de nuevo pero ahora para llevarse aproximadamente 35 cidis; entre otros, cuatro de Led Zeppelin, seis de Pink Floyd, uno de Piporro versión Unplugged, dos de King Crimson, tres de Peter Murphy, cuatro de Bryan Ferry, uno de Roxy Music, tres de Radiohead, dos de Manú Chao, uno de Madredeus, dos de Robert Fripp, uno de Stone Roses y, ¡ay!, tres de Maná. No obstante lo anterior, debo reconocer que este delincuente, además de su buen gusto musical, ha dado muestras de ser una persona honorable, pues luego de llevarse las bocinas regreso nomás por el estéreo y ya no se ocupó de los altavoces que recién había comprado y la última vez, si bien es cierto que cargó con los cidis ya mencionados, reconozco que dejó intacto mi nuevo equipo. Si estos atracos selectivos no son producto de una conducta honorable, entonces ignoro el significado de esta palabra. Es más, es tanta la simpatía que he llegado a sentir por este cabrón ladrón, que quisiera tener la certeza de qué es lo que necesita para que el estéreo de su auto suene realmente chingón (vehículo que, por cierto espero que posea, pues no vaya a ser que esta rata de dos patas en su próxima visita ahora sí pase a afectarme de a deveras).

2 comentarios:

Avelino Gómez dijo...

jejeje. Déjale ahí, como olvidado en el tablero del carro, un papelito con el número de tu cel, para que te llame en esos momentos en que se siente triste y solo y busca un compa con quién hablar...
ya de perdis déjale un vale por tres caguas...

Sr. G dijo...

Pinche Avelino pendejo, ahora sí te pasaste de lanza, cabrón...

Aunque, pensándolo bien, eso de dejar el número de mi celular en el tablero, no es tan mala idea.